
Nos sobran los motivos para afirmar esto; la subida de tasas y precios de matrículas, la desaparición de carreras no rentables para las empresas, el nuevo calendario, la mercantilización de la universidad, los nuevos créditos ECTS, las becas-préstamo, la imposibilidad de compatibilizar nuestros estudios con el trabajo, la aparición de grados y postgrados y otros muchos aspectos que hacen que el plan Bolonia sólo sirva para aumentar la exclusión de una determinada clase de estudiantes (de tod@s aquell@s que no sean de clase alta), dificultando su acceso a una enseñanza superior en la universidad. Con todo esto, intentan obtener una educación orientada a la producción de mano de obra joven y barata, dejando a un lado el desarrollo personal, crítico y de pensamiento del alumnado, convirtiéndonos en máquinas programadas para el trabajo. Por eso tenemos que luchar por una universidad pública, gratuita y de calidad.
Basta ya de que los planes de estudio sean aprobados e impuestos sin la participación de l@s verdaderamente afectad@s: l@s estudiantes y profesorado. No permitamos que las empresas privadas decidan lo que debemos aprender introduciendo su capital en este servicio que hasta ahora ha sido público y abierto a la sociedad. Por todo esto, el 13 de Noviembre tiene que ser el día en el que l@s estudiantes demostremos nuestra total oposición a este intento de privatización de la educación, a este ataque a lo que es de todas y todos.
PARARLO ESTÁ EN NUESTRAS MANOS
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