23.3.09

Ni estudiantes explotadxs ni trabajadorxs en paro | Nueva campaña CCE


Las prácticas se realizan en empresas que buscan solventar de una manera fácil y barata la excesiva carga de trabajo que tienen. De esta manera, se evitan contratar a gente, aumentando con ello el número de paradxs cualificadxs que, de no existir éstas, podrían estar trabajando.

Este período de prácticas se camufla con mentiras como que la formación que te van a dar en la empresa te sirve de cara a futuros trabajos, que si muestras interés y lo haces bien te contratarán, que te van a enseñar cosas nuevas que “no pueden” enseñarte en clase... ¡mentira!

Para empezar, son escasas las empresas que te van a pagar una limosna por el trabajo realizado, ya que, en la mayoría no vas a ver ni un duro (sólo en el caso de que decidas estudiar en el ejército, a tanto llega su necesidad de reclutar a personas) y en algunas vas a tener que pagar las prácticas junto a tu matrícula.

El aprendizaje durará muy poco, como mucho las primeras semanas, es decir, el tiempo suficiente para enseñarte a desarrollar el trabajo que quieren que realices, siendo luego una práctica constante del mismo, sin apenas nuevos aprendizajes. Y eso cuando la excesiva carga de trabajo que sufre la empresa no te relegue a hacer las tareas más simples, debido a la incapacidad que tendrán para enseñarte algo nuevo.

Terminado el período en prácticas, son muy pocas las empresas que te contratan, y en el caso de que lo hagan, el contrato no superará los seis meses (¿para qué van a contratar a gente si pueden explotar a su antojo a personas en prácticas nueve meses al año?) En realidad no lo necesitan, así que terminado este período lo más normal es que acabes en la calle buscando trabajo. Un empleo en el que seguramente te valga muy poco lo aprendido durante las prácticas, viendo que, en realidad, éstas no te han servido para nada; y en el que necesitarás un período de aprendizaje que durará -como en las prácticas-, bastante poco, con la gran diferencia de que ahora sí te pagarán.

Además es un hecho demostrado el que, al igual que ocurre con lxs trabajadorxs eventuales, lxs estudiantes en prácticas tienen más posibilidades de sufrir accidentes laborales debido al estrés que produce la explotación llevada a cabo en el trabajo y especialmente a la realización de actividades “nuevas” y de forma inexperta.

Ante este panorama no podemos sino exigir que se aumenten los medios, el material y el contenido práctico durante el curso y en el proceso de enseñanza; y en el caso de que se deba completar la formación con trabajo en empresas a modo de prácticas, que éstas sean remuneradas de manera justa y acorde al empleo realizado.